¿Cuál es la tipografía más adecuada para un libro impreso? ¿Y para uno digital?

Querido viajero,

Espero que estés aprovechando al máximo estas fiestas navideñas para cargar energías y así empezar el 2015 con la máxima motivación. 

La entrada de hoy está dedicada a la tipografía. Lo cierto es que, en algún momento de tu proyecto, necesitarás esta información: "Soraya, ¿Qué tipo de letra elijo?", esta pregunta me la han hecho muchos Aprendices (aprovecho para comentarte que tienes el formulario de contacto en la página principal, por si necesitas ayuda o estás encallado. Recuerda no enviar a nadie escritos o ideas no registrados). 

El tipo de letra que elijas es algo muy personal, lo sé, pero siempre hay que tener en cuenta el formato en el que se va a publicar, si es una letra apropiada, o si se lee bien. No haré un post aburrido con clasificaciones ni nada por el estilo, no te preocupes, ¡no quiero aburrirte! Simplemente expondré las preferencias sobre la tipografía ideal para cada tipo de publicación aunque la decisión final, por supuesto, es tuya. 

Tipografías adecuadas para un libro impreso:

En un libro, da igual de qué formato o soporte hablemos, lo importante es que se lea bien. Sencillo, ¿verdad? Nuestro objetivo es lograr la mayor legibilidad posible en nuestra novela y, para ello, es necesario que conozcas los dos tipos básicos de tipografía: las serif y las san serif.

• La tipografía Serif es la más utilizada en textos impresos extensos, por ejemplo libros, periódicos o revistas, ya que facilitan la lectura. En una página impresa la resolución de impresión es mejor que en la pantalla del PC y por eso esta opción es la mejor en cuanto a libros impresos. Mis recomendaciones para tu elección son las siguientes: Garamond, Century Old Style y el clásico Times New Roman, aunque también pueden gustarte Baskerville, Bodoni, Caslon o Fournier. Sobre el tamaño de la letra, dependerá del ancho de las columnas y de los márgenes, además del tipo de letra elegido, pero por lo general un cuerpo de letra entre 12 y 13 es un tamaño correcto. Recuerda hacer buen uso de los saltos de línea, una lectura sin ellos puede cansar al lector, que necesita ciertos descansos en su vista para no dejar tu novela sin terminar. 

Tipografías adecuadas para un libro digital:

En este caso, la San Serif sería la más adecuada para la lectura en pantalla.

• La tipografía San Serif: este tipo de letra es la ideal para publicaciones digitales. Mis predilectas son Arial y Century Gothic, también con cuerpo 12, pero tienes muchas a elegir, por ejemplo: Avenir, Century Old Style, Helvética, Lucida Sans, Tahoma y Verdana. Es cuestión de gustos. Esto te servirá si tienes que enviar tu obra registrada por e-mail a alguna editorial o agente literario, por ejemplo. 

Algo en lo que no cae mucha gente es que, en los ebooks, el lector puede escoger el tipo de letra según lo que el fabricante del dispositivo haya incorporado. En este tipo de formatos, el tamaño de la página tampoco es lo más importante ya que se adaptará automáticamente. Lo que sí tienes que tener presente es la incorporación de negritas en los títulos, incluso hacerlos más grandes para que se lean mejor y no quede todo uniforme y aburrido. También te recomiendo encarecidamente que hagas una buena maquetación de tu novela. Si no sabes, acude a un profesional y no dejes que se desmonte todo y de un aspecto desordenado; los detalles marcan la diferencia. Igual que dedicarás mucho tiempo a cómo quieres que sea tu portada, el interior no es menos importante. ¡Recuerda ayudar al lector y ofrecer una maquetación adecuada!

Aún así, todo esto es personal, como te decía al inicio del post. ¿Por qué no poder utilizar tipografía Serif en formatos digitales? Yo estoy acostumbrada a leerla sin problemas y no dejaría de leer un libro en mi ebook porque estuviese en Times New Roman, por ponerte un ejemplo. En cualquier caso, son sólo recomendaciones. Tú puedes escoger lo que quieres hacer con tu obra. 

Esta tabernera se va de vacaciones unas semanas, así que espero que vaya estupendamente la entrada del año y todo lo que viene después! Puedes añadir en los comentarios temas que quieras que publique en 2015 o sobre los que hablar, ¡ya sabes que ésta es tu taberna!

¡Felices fiestas!

Pecados capitales 2: otros 7 errores comunes de los escritores

Querido viajero,

Muchas gracias por volver a la Taberna. Por favor, acomódate. 

Espero que, con esta nueva entrada, aprendas un poco más sobre los errores que cometen los escritores novel (y, si no aprenden de ello, también lo serán de escritores consolidados). Este post complementa a "Pecados capitales: los 7 errores más comunes de los escritores", ¡ojalá sólo fueran siete!

1. Derroche de ideas. Es muy común que el escritor novel tenga tantas ganas de escribir, que no se pare a reflexionar lo que redacta. Sobretodo cuando se empieza, es normal tener una especie de ansiedad por poner todo lo que se le pasa por la cabeza. En las correcciones que vayas haciendo verás que así, quedan párrafos extraños, con demasiada información y que encima ésta resulta irrelevante para la historia. Si no se modificara, el lector pensaría que tu obra es un caos y, con total seguridad, dejaría la lectura a medias. 

2. Organización de la trama y las subtramas. Recalco, una vez más, la importancia de planificar bien la historia. Como ya os comenté, yo utilizo un excel en el que reparto los capítulos y sus contenidos (por supuesto ésto hay que hacerlo antes de empezar a escribir, sobretodo si la historia se reparte en más de un libro o tiene muchas subtramas. Todo tiene que quedar bien atado). En excel es sencillo mover las celdas si decides cambiar o introducir nuevos temas en lo que ya habías planificado. Además este sistema es muy visual, te ayudará más de lo que crees. 

3. El narrador no deja nada a la imaginación. ¿No os da mucha rabia cuando encontráis un libro que lo describe absolutamente todo? Obviamente hay que detallar para que el lector se adentre en el mundo que has creado, pero lo mejor es que las ideas que queramos transmitir, el lector las intuya. Si consigues eso, tendrás mucho ganado. Un ejemplo muy tonto (pero que he llegado a ver): 

-Y el villano la mató. 

Sí, sabemos lo ocurrido pero... te deja indiferente cuanto menos a no ser que sea un microrelato. Veamos qué ocurre si lo ponemos de otra forma:

-Y el villano marchó de la habitación habiendo cumplido su cometido. Dejó a Rose tirada en el suelo esperando a ser encontrada por los forenses. 

Bueno, cambia bastante, ¿verdad? Queda claro que ha habido un asesinato, pero no utilizamos estas palabras y dejamos una imagen en la mente del lector. 

4. Ambientación real (no necesariamente realista). Debes crear ambientes que lleven al lector directamente dentro de tu historia. Si es un mundo inventado, redacta la descripción con cuidado de no complicarla demasiado. Intenta ponerte en el lugar del lector y comprende que él no sabe nada acerca de ese mundo nuevo, por lo que tendrás que esmerarte en que se entienda todo a la perfección. 

5. El miedo a poner "-dijo" en los diálogos. Veamos, abusar es malo, pero no tengas miedo de utilizar el "-dijo" en tus diálogos. Se nota cuando un escritor se ha pasado con el wordreference intentando buscar sinónimos que luego, o no encajan bien, o quedan forzados. Lo ideal es que quede fluido, tanto el diálogo en sí, como las explicaciones que des en ellos.

6. Otros personajes se "comen" al principal. Otro problema es que tu personaje principal no tenga la fuerza suficiente y otros personajes acaben dejándole en la sombra. Si te das cuenta a tiempo, puedes modificarlo sin problemas, haciendo una relectura de tu historia y cambiando aquellas partes o diálogos que no tienen suficiente enganche. 

7. Abuso del adverbio terminado en "-mente". Qué mal queda una frase repleta de estos advierbios. No sólo hacen que todo suene rimbombante sino que dificulta la lectura. Intenta buscar otras formas de expresar tu idea. Y recuerda que la mejor forma de aprender a escribir es escribiendo. 

Espero haberte ayudado a detectar más errores. Lo importante es tenerlos presentes para no cometerlos o, como mínimo, saberlos detectar.

¡Espero verte pronto, aventurero!